
¿Han jugado ya con el reloj despertador o la alarma del teléfono celular? Se trata de jugar
escondite con algún objeto que pueda programarse para que suene. La intención es
fomentar la orientación del niño hacia donde proviene el sonido y motivarlo a buscar el objeto
escondido.
Edades: seis meses a un año
¿Qué se necesita?
Lugar amplio y acolchado para evitar que el/la bebé y el "juguete" se lastime
Reloj despertador o un teléfono celular con alarma
¿Qué se hace?
Elijan un lugar amplio y de preferencia “acolchado” para evitar que nuestro juguete se golpee
y pueda sufrir algún daño severo. La cama con suficientes cojines, los sofás de la sala o un
lugar alfombrado son ideales.
Programen el “juguete” para que suene en un minuto, muéstrenlo al bebé y luego distráiganlo
con otra cosa mientras lo esconden, puede ser debajo de un cojín o frazadita, detrás de algún
juguete o muñecos de peluche, dentro de una bolsa, debajo de una gorra, en fin, asegúrense
de tener a mano suficientes “escondites” para que el/la bebé pueda acceder a ellos solo/a,
estirándose, arrastrándose o gateando.
Al empezar a sonar la alarma, alienten al/la bebé a buscarlo con sugerencias como ¡Oye! ¿De
dónde viene ese sonido? ¿Dónde está el reloj/teléfono? ¡Búscalo! Dejen que lo encuentre
solo/a.
Con esta actividad estimulamos:
Percepción auditiva
El sentido del oído empieza a desarrollarse desde el quinto mes de gestación. A los seis
meses de edad, los bebés son expertos en escuchar y distinguir. Además, antes de los ocho
meses su cerebro se concentra justamente en discriminar y grabar los sonidos de su lengua
materna para prepararse a reproducirlos. Estimular su sentido del oído es por ende
fundamental.
Orientación espacial
Desde pequeños, los bebés empiezan a orientarse en el espacio: en su cama cuando
duermen, en los brazos de quien los alimenta, en la alfombra donde se desplazan, etc. Este
juego permite al bebé ubicar la posición de los objetos en el espacio, guiándose por el sonido
que producen.
Permanencia del objeto
A partir del sexto mes, empieza a desarrollarse en los bebés algo que el famoso psicólogo
Jean Piaget denominó “permanencia del objeto”. Antes de esta edad, lo que desaparece de la
vista de los bebés, es inexistente. En la medida en que va desarrollándose el sentido de
permanencia, el/la bebé buscará el objeto aún cuando haya desaparecido de su vista. Por
ello, este juego estimula la sensación de permanencia, porque aunque no lo vea, lo escucha;
sabe que sigue existiendo y que puede encontrarlo si se esfuerza.
Sensación de logro
No hay nada más estimulante que lograr aquello que uno se propone. Esto es muy importante
en la primera infancia, pues son los pequeños logros los que enraizan en los niños y las niñas
la motivación de hacer las cosas. A muy temprana edad, cuando los pensamientos empiezan
a estructurarse y el deseo comienza a ser más consciente, los bebés se entusiasman y
emocionan cuando alcanzan lo que desean.
Motricidad gruesa y fina
Estimular al bebé a moverse es crucial para que pase de estar sentado (6 meses) a
arrastrarse (7 meses), a gatear (8 – 12 meses) y finalmente, a caminar (12 meses en
adelante). Atraer su atención con objetos llamativos y animarle a alcanzarlos estirándose,
arrastrándose o gateando, según sus capacidades, es parte de la ejercitación.
¡Emociónense junto con su bebé en este sencillo pero estimulante juego!
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