Una de las habilidades mentales que nos distinguen de los seres humanos es la capacidad de identificar patrones para poder predecir los acontecimientos y darle cierto “orden” o “estructura” al mundo que nos rodea. Según estudios, como los realizados por Marshall Haith y Naomi Wentworth en la Universidad de Denver, sugieren que esta habilidad empieza a desarrollarse en las edades más tempranas.
Edades: 2 a 12 meses
¿Qué se necesita?
Peluches, muñecos de hule o goma, juguetes varios de tamaño suficiente para esconderlos detrás de la espalda.
¿Qué se hace?
Nos colocamos frente al bebé con algunos juguetes escondidos detrás nuestro. Vamos mostrando y escondiendo los juguetes uno por uno, haciéndolos aparecer por el lado izquierdo y “desaparecer” por el lado derecho. Después de varias repeticiones, notaremos cómo el bebé, después de que desaparece el juguete, dirige su vista hacia el lado izquierdo para “esperar” a que aparezca un objeto de nuevo.
Lo importante es mantener siempre el patrón para reforzar la habilidad de identificación de patrones. La actividad no sirve si los juguetes salen por cualquier lado y el bebé no puede predecir por donde saldrán. Lo que sí se puede hacer es variar la secuencia. Una vez se ha practicado suficiente un patrón, éste puede alterarse, es decir, si antes aparecían por la izquierda y desaparecían por la derecha, ahora podemos hacerlo al revés: aparecen por la derecha y desaparecen por la izquierda.
Tengan presente los lapsos de atención del bebé, hagan pausas y descansen cuando observen que se distrae, bosteza o le da hipo.
En juegos posteriores, el patrón puede alternarse: dos veces el juguete sale por la izquierda y dos veces por la derecha, por ejemplo. También puede salir y esconderse por arriba y abajo.
Si el bebe quiere hacer el truco de aparición y desaparición por sí mismo, déjenlo y observen si sigue un patrón.
Envíennos fotografías de sus hijos y ustedes realizando esta actividad para ilustrar este espacio al correo electrónico de la Escuela.