Para poder hablar, el ser humano no sólo debe aprender a distinguir los sonidos y la
combinación de estos en unidades con significado, sino también necesita ejercitar todos los
elementos físicos con los cuales se producen y articulan los sonidos.  El paso de la corriente
aire por las cuerdas vocales producen los sonidos y finalmente es en la boca en la que se le
da “forma específica”.  De esta cuenta, para producir los sonidos de las vocales será
necesario aprender a abrir o cerrar más la boca en función de si se quiere producir una “a” o
una “u”.  Los juegos en los que hay que soplar son ideales para aprender a controlar la
respiración y ejercitar los músculos de los labios. Además, ¿qué niño o niña no se divierte
apagando velas o haciendo girar un rehilete?

Edad: un año en adelante

¿Qué se necesita?

  • Un cuadrado de papel 120 grs.
  • Un palito de madera o un lápiz sin punta
  • Dos círculos de papel 120 grs con un diámetro que mida la cuarta parte de los lados del
    cuadrado
  • Regla y compás
  • Un clavo
  • Un alfiler (también pueden utilizar un alambre delgado de manualidades)
  • Crayones, témperas o marcadores para colorear

¿Qué se hace?

En el caso de los niños de 1 y 2 años, será necesario ayudarles más en cada paso y
supervisar el juego con el rehilete para evitar que puedan sufrir algún accidente con el alfiler.

Antes de empezar asegurarse de tener todos los materiales listos.

Tomar el cuadrado de papel y doblarlo diagonalmente de esquina a esquina para dividirlo en
cuatro triángulos.

Con los crayones, témperas o el recurso que prefieran,
coloreen cada triángulo de un color distinto por los dos
lados.

En un pedazo de papel de 120 grs recorten dos círculos cuyos
diámetros midan la cuarta parte de lo que miden los lados del
cuadrado.  Es decir, si los lados del cuadrado miden 8 cm, el
diámetro del círculo medirá 2 cm (8/4). Coloreen los círculos
como más les guste.  Pueden dibujar caritas, flores, manos o
lo que prefieran.  Incluso pueden recortar los círculos sobre una cartulina de color sólido.

Tracen el mismo círculo sobre el cuadrado, justo en el centro.

Recorten por las líneas de los dobleces hasta llegar al círculo.

Doblen una esquina de cada triángulo haciéndola llegar hasta
el centro. Presten atención en utilizar la esquina del mismo lado,
es decir, siempre la esquina izquierda de los triángulos (o
siempre la derecha). Pueden ayudarse con cinta adhesiva.

Cuando tengan doblada la figura del rehilete. Peguen con
goma uno de los círculos por el frente y el otro por detrás.

Peforen el rehilete con un clavo pequeño. Coloquen debajo del
rehilete un trozo de plasticina para hacer la perforación.  

Atraviesen el rehilete con un alfiler y clávenlo a un palito de manualidades,
una ramita o el borrador de un lápiz sin punta. También pueden utilizar
alambre de manualidades y enrollarlo al palito, asegurándolo con cinta
adhesiva

                              
¡A soplar y a girar!


Con esta actividad estimulamos:

La capacidad de asombro
Los niños y las niñas se asombran con las cosas más sencillas; a los adultos, por el contrario,
les cuesta asombrarse por cosas que generalmente se consideran obvias o intrascendentes.  
Si es la primera vez que los niños realizan la actividad se maravillarán al ver girar su rehilete
cuando soplen.

Las figuras geométricas
Para realizar el rehilete partimos de un cuadrado que después se divide en cuatro triángulos y
finalmente, después de los dobleces, se termina con ocho triángulos. Además se trazan tres
círculos.  Esta es una manera significativa de reconocer las distintas figuras geométricas
básicas.  Los más grandes pueden darse cuenta de que en un cuadrado caben cuatro
triángulos iguales.

Psicomotricidad fina
Los dobleces ejercitan los deditos y manitas de los niños y niñas.  Asimismo, al manipular los
círculos y los pedacitos de cinta adhesiva, se ejercita el trabajo de pinza.

La coordinación óculo-manual y la precisión
Los dobleces también requieren exactitud y precisión.  Las puntas deben llegar exactamente
al centro para formar la figura deseada. Al llamar la atención de los niños y de las niñas sobre
el lugar correcto donde debe quedar el doblez, les ayudamos a controlar los movimientos de
su mano para alcanzar el objetivo que pretende su vista. Para facilitar el trabajo, pueden
trazarse con marcador las líneas de los triángulos por donde será necesario cortar.  
Recordarle que debe recortar con cuidado para no pasarse del círculo del centro.

Habilidades matemáticas
Para hacer el rehilete necesitarán medir los lados del cuadrado, así como dividir entre cuatro
para obtener el diámetro de los círculos.  No hace falta que enseñen a sus hijos a dividir, pero
al menos “piensen en voz alta” cuando realicen este proceso para que ellos vean la mecánica
y se familiaricen con los instrumentos.  Si tienen un compás, enseñen a sus hijos a hacer
círculos con él, midiendo con la regla el radio y prediciendo su diámetro.  Supervisen siempre
el uso del compás por el riesgo con la punta.

Ejercitación de la respiración y los músculos de los labios
Como se indicó en la introducción, para hablar correctamente, niños y niñas no sólo necesitan
aprender a discriminar sonidos, sino ejercitar los órganos que los producen.  Soplar les ayuda
a controlar la respiración para que puedan hablar con fluidez y el movimiento de los labios
ejercita los músculos para que puedan cambiar de un sonido a otro con facilidad.

Animación a la lectura y seguimiento de instrucciones
Si se imprimen las instrucciones para la elaboración del rehilete, le enseñamos que la lectura
tiene un propósito: nos ayuda a obtener información. Con esto le motivamos a aprender a leer
para poder hacer las cosas por él/ella mismo(a).

Creatividad y resolución de problemas
Permitan que los niños coloreen su rehilete de la manera que deseen, pueden sugerir sin
embargo, que sigan un patrón de colores.  Pidan ayuda a los niños y niñas para que les digan
qué hacer si no tienen un compás o palitos de manualidades, por ejemplo.  No les digan lo
que harán sino estimúlenlos a pensar cómo resolver el problema.

Paciencia y postergación de la gratificación
Como todo proyecto manual, el tiempo invertido es lo que le da valor.  En este rehilete
seguramente pasarán buena parte de la tarde o la mañana, pero si se mantiene alta la
motivación, es un excelente ejercicio para ayudar al niño o la niña a concentrarse
exclusivamente en una actividad por un tiempo prolongado.  También le ayudamos a ser
paciente y a postergar la gratificación, pues seguramente ya querrá jugar con su rehilete,
pero debe esperar a que esté listo para hacerlo.  

                      
¡Que aprendan mucho y se diviertan más!
¡Que se diviertan y aprendan mucho!
Envíennos fotografías de los rehiletes y sus hijos para ilustrar este espacio al correo electrónico de la Escuela.
Área Exclusiva
para Socios:
Sopla y gira